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Problemas comunes en terapia psicológica

ENFERMEDADES El diagnóstico de una enfermedad puede suponer un cambio en la calidad de vida y la salud emocional del paciente y de sus familiares. Adaptarte tanto a los tratamientos a los que tienes que enfrentarte como a los cambios que se producen en tu día a día por la enfermedad puede ser un reto difícil de superar. Si sientes que los recursos que tienes para afrontar esta situación no son suficientes la ayuda de un psicólogo puede resultar útil para adquirir herramientas para aprender a adaptarte a esta nueva situación.

DUELO La pérdida de un ser querido es algo que puede resultar muy difícil de afrontar, y no hay una forma correcta o incorrecta de afrontar el duelo, pero si sientes que a pesar de tus esfuerzos tienes dificultades para seguir funcionando, en tu trabajo, tus relaciones personales o incluso en el cuidado de ti mismo. O estas evitando a toda costa enfrentarte a los recuerdos que te conectan a la pérdida es posible que la ayuda de un psicólogo te pueda ayudar.

ATAQUE DE PÁNICO Si has notado repentinamente cambios físicos entre otros la sensación de que se te acelera el corazón, sudas, te cuesta respirar, sientes que vas a desmayarte, tienes escalofríos, sientes hormigueo, tienes miedo a perder el control o sientes que te estas muriendo, has acudido al médico pero te han dicho que no te sucede nada físico, y evitas la situación/ o situaciones donde te pasó por primera vez, cualquier sensación parecida te hace tener miedo de volver a sufrir un episodio, entonces tal vez estés padeciendo de ataques de pánico.

PROBLEMAS EN LAS RELACIONES SEXUALES En diferentes momentos de la vida podemos tener más o menos apetito sexual, y aunque una parte de los problemas sexuales tienen que ver con disfunciones físicas, pueden tener además una causa psicológica. Si ya has acudido al médico y ha descartado patología física, o te ha indicado que puede haber también una dificultad emocional, si tienes dificultades para mantener relaciones sexuales sin dolor, para mantener la erección, para sentir que estas excitado/a, para relajarte y disfrutar de las relaciones sexuales, te preocupas o sientes ansiedad cuando sabes que podrías estar ante una situación que te lleve a tener relaciones sexuales, evitas situaciones con tu pareja para evitar tener intimidad, sientes que no puedes controlar el consumo de pornografía, entonces un psicólogo podría ayudarte.

DEPRESIÓN Sentirse más alicaído es normal en algunos momentos de la vida, pero si sientes que, la mayor parte del tiempo estás triste o “de bajón”, que ya no disfrutas por las cosas que antes te gustaban, que te cuesta energía hacer cualquier cosa incluso lo más básico como levantarte de la cama, te sientes agotado/a todo el tiempo, te sientes culpable o te reprochas por todo y sientes que no lograrás resolver nada, te cuesta tomar decisiones que antes ni si quiera te hubieran preocupado, te aíslas cada vez más de la gente que te quiere y tus compañeros de trabajo, sientes que la vida no tiene sentido, es posible que estés pasando por una depresión.

ANSIEDAD POR LA SALUD Cierto grado de preocupación es algo normal, e incluso puede llevarte a tomar decisiones para tener unos hábitos saludables, pero si tienes preocupación constante por algún síntoma físico, tienes miedo de padecer alguna enfermedad grave, compruebas constantemente mediante chequeos tu estado de salud, no te quedas tranquilo cuando las pruebas médicas descartan una enfermedad, entonces probablemente estés padeciendo de ansiedad por la salud.

OBSESIONES A menudo tenemos pensamientos extraños, pero si no puedes quitártelos de la cabeza, sientes que aparecen de forma intrusiva, luchas por controlarlos y no puedes, te preocupa que tus pensamientos sean reales, o las consecuencias de estos pensamientos, sientes que debes hacer algo para que desaparezcan, te impiden disfrutar o concentrarte en las cosas que estás haciendo, sientes que estas perdiendo la cabeza, entonces puede que estés padeciendo obsesiones.

ANSIEDAD GENERALIZADA Preocuparse es una de las cosas más normales que hay, pero si te definirías como una persona sufridora, estás preocupado la mayor parte del tiempo, sientes que te cuesta controlar tu preocupación, te sientes tenso a menudo, anticipas todos los posibles problemas, te cuesta dormir o mantener el sueño, es posible que estés ante un problema de ansiedad generalizada.

AGORAFOBIA Agobiarse puntualmente por estar en una multitud o cerrado puede ser normal, pero si te pones nervioso cuando tienes que coger el transporte público y miras de ponerte cerca del conductor o la salida para poder bajar cuanto antes, te preocupa no poder salir o no tener escapatoria incluso cuando vas en coche, no vas a conciertos o al cine a no ser que hayas comprobado donde están las salidas y te pones junto a ellas, te preocupa que la gente se de cuenta de que estas ansioso, te preocupa que no puedan ayudarte si te sucede algo en alguna de estas situaciones, entonces es posible que estés sintiendo agorafobia.

ANSIEDAD SOCIAL No todas las personas se sienten cómodas en situaciones sociales, pero si te da miedo o ansiedad ir a un lugar donde no conoces a la gente, te preocupa mantener una conversación, estar en situaciones con muchas personas aunque las conozcas y te sentirías cómodo/a con ellos si fuera en pequeños grupos, y todas estas situaciones te preocupan por si haces el ridículo, o porque sientes vergüenza o te preocupa si vas a hacer algo que moleste a los demás, es posible que estés pasando ansiedad social.

ESTRÉS AGUDO Y POSTRAUMÁTICO Estar expuesto a una situación potencialmente traumática* puede suponer estar unos días con sensaciones y emociones fuera de lo normal, que inicialmente son adaptativas. Pero si pasado este momento inicial sigues reviviendo momentos con mucha intensidad, evitas situaciones o elementos que recuerden lo sucedido, o te sientes en alerta constante tal vez estés experimentando sintomatología postraumática. *Algunas situaciones potencialmente traumáticas: violencia física, violencia sexual, accidentes, robos, terrorismo,..

DEPENDENCIA Apoyarse en los demás para tomar decisiones es común e incluso saludable, pero si antes de tomar una decisión necesitas que otras personas te aconsejen incluso en decisiones poco importantes, sientes que necesitas el apoyo de los otros para sentirte seguro, te da miedo decir que no estar de acuerdo por miedo a las consecuencias, haces cosas que no te apetecen por conservar la relación, te sientes indefenso solo y sientes que no puedes cuidar de ti mismo, entonces tal vez estás sufriendo por dependencia.

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